La segunda parte de la franquicia «Si las paredes hablasen» o, lo que es lo mismo, de «If these walls could talk», presenta tres historias que, como en la primera parte, ocurren en la misma casa pero en períodos de tiempo diferentes. Si en la primera parte el hilo argumental era el aborto en esta segunda es el lesbianismo. La segunda historia la protagonizan Cloe Sevingy -que ya tuvo su flirteo lésbico junto a Hilary Swank en «Boys don’t cry» – y la prota de «Dawson Crece» Michelle Williams. Su historia, ambientada en los 70, es la mejor de todas: Michelle es una universitaria feminista que acaba locamente enamorada de una motera súper butch a la que sus amigas no aceptan. Tiene dos besos en el film pero el último es el más interesante y con él os dejamos: El típico beso de «hacemos las paces y no me importa lo que digan»…

Bueno, pensándolo bien tampoco está mal poner el primer beso…