Bueno, bueno, bueno… ¿Dónde estábamos? Ah, sí, ahí estábamos bidai,-por cierto los primeros planos de la Beals y la Matlin son de su cosecha- Mada, LadyM y yo junto con un par de espontáneas que se habían apuntado a nuestro seguimiento, delante de la Buschen Moyatt Gallery -para la serie convertida en la galería Kelly Wentworth- disfrutando del rodaje de la sexta temporada de «The L Word» cuando, de repente, LadyM se queda blanca tras sus pedazo de prismáticos y empieza a gritarnos: «Tías, tías, que la Beals me está mirando. ¡¡¡QUE- ME- ESTÁ- MI-RAN-DO!!!». El tono no era muy alegre que digamos. LadyM se estaba acojonando literalmente. La mirada de la Beals se había cruzado con la suya para quedarse y eso a través de unos prismáticos potentes y a apenas 20 metros de distancia, pues como que impone. Bueno, más bien da miedo, sobre todo cuando lo que vino a continuación fue una cara de sorpresa por parte de la Beals, rollo «¡¡¡¿pero qué está pasando ahí fuera?!!!».  A ver, no sé exactamente qué dijo pero sí es cierto que su cara era un poema y que en tres segundos todos los extras y actores de la escena se agolparon a su alrededor para controlar lo que ocurría al otro aldo de la calle. Y claro, pasó lo que tenía que pasar… Acto seguido, Ric el armario de dos puertas que se encarga de la seguridad en los rodajes de «The L Word «salió del set para acercarse a nosotras… Algo había pasado, el rodaje estaba parado y todo indicaba que nosotras teníamos parte de culpa… ¡por no decir toda!

Hay que decir que lo que pudo quedarse en un rudo, seco y hasta violento «por favor dispérsense, váyanse a casa. Aquí no hay nada que grabar», se convirtió en una agradable charla entre Ric y nosotras sobre el arte de fabricar espadas -Ric es un fan de las espadas y admira a los artesanos que las hacen sobre todo in Spain, país que por otro lado adora-, sobre nuestra estancia en Vancouver, sobre la serie y finalmente, ya al cabo de una horita, sobre el detallazo que nos marcaríamos dejando de escudriñar todos los movimientos del rodaje con nuestras cámaras. Bueno, en resumen: muy amablemente Ric nos pidió que dejáramos de hacer fotos. Al parecer cierta actriz se sentía muy incómoda, algo que no entiendo dado que estaba trabajando ante tropecientas mil personas, siendo grabada por tropecientas cámaras y encima nosotras éramos 6, chicas, estábamos al otro lado de la calle y llevábamos allí tantas horas que hasta los técnicos nos saludaban cada vez que pasábamos junto a ellos. Bueno el caso es que a Jennifer la había desconcentrado nuestra presencia y el tema no podía continuar así. A ver, sinceramente tampoco era para tanto, que de acosadoras tenemos bien poco, pero como Ric estuvo tan simpático, amable, educado y atento y nosotras tampoco íbamos con el rollo de crear mal rollo, optamos por seguir allí y ser buenas chicas. Prometimos hacer bondad y el rodaje siguió adelante. ¡Por fin!

Sí, seguimos presenciando el rodaje -por cierto vimos aparecer a Ilene y a Rose Troche en varias ocasiones- pero por culpa de quien ya sabéis no pudimos obtener más pruebas. Y hubieran estado la mar de bien porque la siguiente escena era entre Laurel Holloman, Jennifer Beals y Marlee Matlin -ni rastro de Alexandra Hedison para mi desgracia-. Si unas horas antes veíamos discutir a Jodie y Bette en la galería ahora presenciábamos cómo Tina se topaba, como por casualidad, con Bette y Jodie en la inauguración de la exposición. Seguramente ese encuentro era el que iba a provocar la pelea que habíamos visto rodar ua horita antes…

Pronto se hizo de noche Ilene apareció por última vez, se apagaron los focos y en un abrir y cerrar de ojos, como por arte de magia, el equipo de técnicos recogió sus bártulos y en 15 minutos la galería de arte estaba a oscuras y desierta. Fin de rodaje.

Desgraciadamente Ric no quiso chivarnos la localización del día siguiente -igualmente nuestra agenda nos llevaba a la Isla de Vancouver al día siguiente y no hubiéramos podido verlo- pero sí nos dio tiempo para averiguar que quien andaba estos días por Vancouver era ni más ni menos que mi DANA, ¡¡¡Erin Daniels!!! Por supuesto la pregunta era «¿hará finalmente de fantasma en la sexta?». Pero no. Todo indica a que Erin estaba por allí porque Ilene había contado con ella para que dirigiera a las chicas en uno de los capítulos de la sexta temporada. Bueno estaba por allí por eso y supongo que para ver a Kate y Leisha, supongo. Por algo son súper colegas.

En fin, pues de noche y con un fresquito de lo más incordiante, el día de rodaje llegó a su fin. Toda una aventura, desde luego, que nos dejó muy buen sabor de boca.  Un día largo, agotador y de largas esperas pero que nos permitió ver en acción a Ilene Chaiken, a Jennifer Beals, Laurel Holloman, Marlee Matlin y hasta a Rose Troche, ya sabéis, la dire de «The L Word» en muchas ocasiones y de un clásico lesbi como el de «Go fish!», claro.

Sólo podíamos hacer una cosa: Arreglarnos y cenar en el Moxie’s Grill para celebrarlo y planificar una última misión: encontrar el lugar donde las chicas esparcen las cenizas de Dana Fairbanks tras su muerte. Sí, ese idílico lugar también se encontraba en Vancouver 😉 ¡y no nos íbamos a ir sin verlo!…

Ah, una cosa más. Si queréis ver el resultado de ese día de rodaje no dejéis de echarle un vistazo a este link. Se trata de un pequeño avance del episodio 602 -OJO spoiler alert!!!!-que nos ha hecho llegar Fátima y en el que se ve el fruto de ese agotador y soleado día de rodaje en el downtown de Vancouver…