‘Blessed virgin’ es el título del nuevo proyecto en el que se encuentra inmerso el cineasta holandés Paul Verhoeven. La película está basada en la historia real de una monja lesbiana, Sor Benedetta. Promete no dejar indiferente a nadie, algo habitual en Verhoeven.
Con 78 años Paul Verhoeven se ha lanzado de nuevo a producir un filme que removerá muchas conciencias por su temática provocadora. Si bien va siendo habitual ver reflejadas en el cine historias de mujeres que aman a otras mujeres, plasmar la historia real de una monja lesbiana es algo poco habitual.
Hace poco pudimos ver en las salas la última versión de ‘La religiosa’ (Guillaume Nicloux, 2013), con Isabelle Huppert en el papel protagonista. Sin embargo, tenemos que remontarnos a ‘Entre tinieblas’ (Pedro Almodóvar, 1983) o a ‘Interior de un convento’ (Walerian Borowczyk, 1977), la clásica cinta del subgénero ‘nunsploitation’, para ver historias con esta temática.
Un equipo sólido para un proyecto arriesgado
La elegida para el papel protagonista de ‘Blessed virgin’ es la actriz belga Virginie Efira. Ya participó en ‘Elle’, otra cinta de Verhoeven en la que da vida a una muchacha ultrarreligiosa. Todavía está por desvelar quién será la actriz que encarnará a Bartolomea, la amante de sor Benedetta.
Para la elaboración del guión, el cineasta holandés retoma en este proyecto su relación profesional con el guionista Gerard Soeteman, con quien trabajó en numerosas películas desde los años 70.
Paul Verhoeven es un gran estudioso de la vida de Jesucristo y se sintió atraído por la idea de llevar a la pantalla la vida de Benedetta Carlini, una monja del Siglo XVII cuya historia fue recogida por Judith C. Brown en 1989. La novela histórica se conoció en España bajo el título ‘Afectos vergonzosos: sor Benedetta, entre santa y lesbiana’ y publicada por Crítica.
La historia real de una monja lesbiana en la Italia del Renacimiento
Antes de ser convertirse en monja lesbiana, Benedetta Carlini era la hija de una familia acomodada de la Italia de finales del siglo XVI. Como era costumbre en la época, fue ingresada a los 9 años en el Convento de la Madre de Dios de Pescia. Allí sus padres compraron una plaza para garantizarle una vida tranquila. Sin embargo, a los 23 años comenzó a experimentar una serie de visiones violentas y sobrenaturales que fueron investigadas por la Iglesia.
A los treinta años fue nombrada abadesa pero sus extrañas visiones continuaban. En ellas se le aparecían hombres tratando de matarla. Por miedo a que estuviese poseída por el demonio, fue recluida en su celda, donde la visitaba regularmente Bartolomea, otra monja del convento.
Entre las dos surge una historia de amor rodeada de epifanías místicas y visiones sobrenaturales. En plena Contrarreforma, el asunto llegó a oídos del Papa. La confesión de Bartolomea provocó que sor Benedetta fuera despojada de su posición de abadesa y mantenida bajo arresto el resto de su vida.
El proyecto, que promete mucho, acudirá al próximo Festival de Cannes en busca de financiación para empezar a rodar en otoño.
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