De nuevo te tengo que traer una noticia nada agradable, esta vez relacionada con el personal de Burger King. Es increíble que por el simple hecho de ser lesbianas tengamos que aguantar tonterías como esta, pero que siguen siendo una muestra del trabajo que aún queda por hacer en todo el mundo en cuanto a la normalización de la homosexualidad.

¿Quién es el hombre de la relación? Eso preguntaron en Burguer King

Pues sí, eso. Tremendo, pero te cuento un poquito más para que te pongas en situación.

Una lesbiana presentó una denuncia por discriminación la semana pasada contra un restaurante Burger King de Washington D.C., donde trabaja, alegando que su gerente la hostigó repetidamente debido a su orientación sexual y le hizo tener una ansiedad severa e incluso intentar suicidarse.

El diario local The Washington Blade explicaba en sus páginas que Ingrid, una chica lesbiana que no quería que se publicara su apellido, dijo que después de descubrir que era lesbiana, su gerente se acercó a ella desde atrás varias veces cada vez que atendía a una mujer y le susurraba al oído «¿te gusta esa mujer?». Además de discriminatorio es vomitivo que aún existan personas así, sobre todo por parte de mujeres. ¿No crees?

Un comportamiento que se repetía una y otra vez

Ingrid en su declaración ante la policía, afirmó que le había pedido a su responsable que dejase de hacerlo en repetidas ocasiones, pero que la manager de Burguer King había hecho caso omiso a su petición, que dejase de molestarle.

De hecho, los comentarios desagradables por parte de su responsable no cesaron ahí. En una ocasión, según cuenta la joven, la gerente se acercó a Ingrid frente a un grupo de obreros de la construcción y le preguntó quién era «el hombre» en su relación con su novia. Según dijo en la denuncia, ese comentario hizo que se sintiera muy avergonzada, ya que los obreros se empezaron a reír descaradamente mientras ella se reía con ellos.

Ingrid, de 19 años, decidió presentar la demanda ante la policía tras haber interpuesto varias quejas formales en la empresa donde trabaja y que Burguer King ni se haya pronunciado ni haya tomado medidas. Al parecer, su manager comenzó a tener este comportamiento más pronunciado tras haber presentado las quejas, llegando a gritarle delante de otros trabajadores.

El director local de Burguer King le dijo personalmente que ante esa situación, Ingrid y la manager no volverían a trabajar juntas. Sí fue así durante un breve espacio de tiempo, pero pronto volvió a ser su supervisor.

En su queja, Ingrid escribió que el director local le dijo el 21 de diciembre que iba a volver a trabajar con ella, y que no podía hacer nada sin su permiso, estando completamente obligada a obedecer cualquier decisión que tome la manager.

Un ejemplo de indefensión

No solo Ingrid ha sido perjudicada por su jefa directa, sino también por el director local, que tras volver a quejarse le recortó horas de trabajo. Llegó incluso a pedir una orden de alejamiento, pero fue desestimada.

Aunque pueda parecer a otras personas una tontería, algo nimio, no lo es. Es un ejemplo de discriminación total y absoluto.