Lo hemos sufrido todas, pero a menudo sabemos como hacerle frente al acoso callejero. Realmente este tipo de actos, son un problema social, aunque algunas personas no quieran reconocerlo. El acoso sexual o la intimidación verbal en las calles es algo que nos afecta a todas. Sin embargo, la cosa se puede poner mucho más violenta y desagradable, cuando dos mujeres van cogidas de la mano o se besan en la calle. Este problema ha ocurrido siempre, esta es la verdad, pero ahora gracias al empoderamiento que nos da la sororidad y el feminismo, ya no nos callamos y somos más capaces de hacerle frente a las impertinencias y asquerosidades que nos hacen escuchar.
Acoso callejero: cómo hacerle frente
En una situación de acoso callejero cada mujer tiene un aguante diferente. La verdad es que hay algunas que dicen que son piropos, y se sienten halagadas cuando algún desconocido le hace algún comentario de su físico por la calle. Pero la realidad es que se trata de un tipo más de violencia machista que sufrimos las mujeres incluso siendo niñas. Solamente hay que preguntarles a las mujeres que conocemos y todas nos contarán una o varias situaciones desagradables que han sufrido como tocamientos en sitios públicos, exhibicionismo, comentarios obscenos, opiniones sobre su físico y proposiciones de tener sexo.
Lo más indignante es que muchos hombres niegan que esto sea un acoso y lo justifican como una reacción normal a determinados tipos de actitudes como una mirada o una manera de vestir.
El problema es que la mayoría de las mujeres no saben como reaccionar en estos casos. Se quedan bloqueadas por el miedo o el asco. También es frecuente ignorar lo que ha pasado, acelerar el paso, cruzar de acera y callarse, a pesar de que pasarán el día sintiéndose humilladas. La mayoría de nosotras tratamos de evitar determinadas zonas, cuando vemos algún grupo de hombres en la calle. Las autoridades no se implican en absoluto por lo que denunciar no sirve de nada, aunque algunos países más avanzados en este aspecto sí están legislando contra el acoso callejero.
Cómo enfrentarse al acoso callejero
Estos son algunos consejos para que puedas hacer frente al acoso callejero.
Responde
Si vas a alzar la voz para responder, es importantísimo que lo hagas en un entorno seguro (de día, en zonas transitadas, etc.). Se asertiva pero no agresiva, muestra calma y seguridad para generar desconcierto en el acosador. Así quedará claro, que el acoso callejero provoca rechazo y que las mujeres se lo van a hacer saber.
No te calles
Intenta comentar tu experiencia con amigas o compañeras, así esa indignación no se quedará dentro. Además, juntas os animaréis a enfrentar con más ímpetu el acoso callejero.
Denuncia
Si existe una situación que se está repitiendo con regularidad, procura conseguir pruebas para denunciarlo. Si es algo muy grave, aunque no tengas pruebas puedes denunciarlo. Aunque no prospere, estarás ayudando a que haya más visibilidad acerca de este problema que es una cosa seria.
Brinda tu apoyo
Si eres testigo de que una mujer está recibiendo acoso callejero, enfréntate también al agresor. De esta forma verá que todas las mujeres rechazan esta práctica y que están dispuestas a unirse para hacérselo saber, en la calle, delante de todo el mundo. Además también podemos provocar imitación, y generar una red de apoyo en la que todas las implicadas se hagan más fuertes.
Eso sí, en situaciones peligrosas, aléjate para proteger tu seguridad.
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