Evie es trans pero aún no ha cambiado el género en sus documentos, lo que significa que ella y su pareja pueden eludir la definición de matrimonio que da Rumanía. Y de esto es de lo que te quiero hablar hoy en este blog.
Un matrimonio oculto
A principios de julio, se celebró en el ayuntamiento de Bucarest a un evento muy especial: dos mujeres contraían matrimonio aquí. Hasta aquí puedes pensar que todo es normal, ¿no? Lo que hace que esta unión en particular sea tan notable es que las dos mujeres, que pidieron no compartir sus nombres completos por razones de privacidad y seguridad, se casan en Rumanía, un país que no hace demasiado ha prohibido el matrimonio gay y tiene algunas de las leyes y actitudes más discriminatorias hacia las personas LGBTQ en Europa.
Te preguntarás entonces cómo lo hicieron. Deja que te cuente. Evie es una mujer trans y aún no ha cambiado su género en sus papeles. Esto permitió a la pareja evitar la restrictiva definición de matrimonio de su país, al menos sobre el papel.
Una relación que surgió en Tinder
Georgiana y Evie se conocieron gracias a Tinder en octubre de 2021 y, fieles al estereotipo de las relaciones entre lesbianas, se fueron a vivir juntas un mes después. Georgiana le propuso matrimonio en diciembre, y Evie hizo lo mismo en abril (la doble proposición es una de las formas en que las personas LGBTQ están haciendo cambiar la industria de las bodas).
Es verdad que se dieron mucha prisa, pero la razón fue esa, que Evie iba a cambiarse el género en su documento de identidad, y cuando lo hiciera ya no podrían casarse.
Salieron del armario tarde
Georgiana se divorció en 2016 y Evie, que tiene un hijo con su anterior pareja, se divorció en 2021 tras salir del armario como trans con 36 años, y eso supuso un giro muy positivo en su salud mental.
Aunque le costó bastante tiempo llegar a ese punto y tomar la decisión, Evie afirma que hacer la transición como adulta y no como niña o adolescente tiene sus ventajas. Para empezar, importa bastante menos la opinión de los demás, no te acosan en la escuela y ya no dependes de tus padres. Otra ventaja, según la mujer, es que eres autosuficiente y puedes vivir tu vida de manera autónoma.
Ese era un miedo muy real para Evie, sobre todo porque su madre todavía no la acepta. Según cuenta, su madre dijo que sentía que había perdido un hijo cuando le dijo que iba a contraer matrimonio como mujer. Por desgracia, su mejor amigo también acabó distanciándose de ella. Pero la alegría de la transición resultó ser mayor que el dolor de perder gente, y de hacer nuevos amigos. Además, algunas personas de su vida siempre la han apoyado, como su ex mujer y su hijo, que ahora la llama «mamá» cuando la visita.
¿Qué te parece la picaresca de estas mujeres? Cuéntame…
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