Seamos sinceras: la rutina en pareja pasa muchas veces y hay quien la lleva bien, pero, otras, nos subimos por las paredes porque sentimos que falta algo. ¿Por qué se da? ¿Cómo superarla? Hablo de ello, a ver si sacamos algo positivo… 😉

La rutina en pareja, ¿por qué se da?

Las situaciones de rutina en pareja son relativamente habituales y, hasta cierto punto, inevitables. El conocimiento mutuo genera confianza, sí, pero a veces, también, tedio. Ha desaparecido la fase inicial del enamoramiento y las mariposas en el estómago y vemos a la otra persona como lo que es, un ser humano con virtudes y defectos. 

En ocasiones, el problema es, pura y simplemente, de falta de tiempo. Sí, estamos en una sociedad que nos exige mucho, en la que nos metemos en múltiples ocupaciones y eso hace que tengamos poco tiempo para ocupaciones comunes y para pasar tiempo de calidad juntas. Eso puede hacer que se entre en la rutina. Y ojo, para hacer cosas juntas, no hace falta tener mucho dinero: a veces, con un paseo las dos por el parque, la playa o la montaña es suficiente. 

Otro motivo de la rutina, más sutil pero igualmente peligroso, y a veces relacionado con el primero, es el distanciamiento. Hay parejas que con el tiempo pierden los espacios de intimidad o que tienen diferencias endémicas que no superan. ¿Qué sucede? Que las situaciones se enquistan y, aunque se pueda convivir, no se solucionan. Esta rutina es tóxica porque viene de un problema estructural en la relación que da lugar a crisis.

Y, finalmente, depende del temperamento, puede haber una parte que quiera innovar o apostar por cosas distintas en la relación. Esto, si no se gestiona correctamente, también puede dar lugar a una rutina con resentimiento a largo plazo. 

Cómo superar la rutina

Superar la rutina en las relaciones de pareja es posible, pero siempre que haya una intención consciente por parte de las dos. Estos son algunos consejos prácticos:

  • Guardad tiempo para vosotras: si se hace el esfuerzo, siempre podéis encontrar un espacio de intimidad para vosotras. Por ejemplo, la hora de la cena es un buen momento para que habléis y os contéis cómo va el día. O, también, aprovechar el fin de semana o los días que tenéis libres. 
  • No renunciéis a la comunicación: las situaciones difíciles o los malos entendidos se tienen que hablar. De lo contrario, las situaciones se enquistan y, a largo plazo, es peor. Por lo tanto, no debéis, en ningún caso, renunciar a una comunicación honesta y sincera. Aunque sea difícil, esto compensa con respecto a otras situaciones. 
  • Haced algo nuevo: cambiar de escenario, o buscar posibilidades alternativas, es una forma de salir de la rutina. Para ello, lo único que hace falta es, de vez en cuando, intentar algo distinto, desde un viaje a una escapada de fin de semana o puente. O, incluso, innovar en la sexualidad. Todo es posible, si hay consenso, y existen numerosas ideas.

Superar la rutina en pareja, si hay buenos sentimientos mutuos, es posible. ¿Te has encontrado alguna vez en esto? Déjame tu opinión en los comentarios.