El lesbianismo y la emancipación de la mujer van de la mano, porque son indisociables. En este artículo, vamos a hacer un poco de historia (sin salir de España), y razono los motivos… 

Lesbianismo en España: los derechos de las lesbianas promueven la igualdad de las mujeres

El lesbianismo, como orientación sexual no normativa, siempre ha estado a la vanguardia de los derechos de la mujer. Y no puede ser de otra manera porque, aquí, la sororidad se vive con todas las mujeres, con independencia de su inclinación.

A nosotras nos ha afectado también la discriminación laboral por ser mujeres y la brecha salarial. Por eso, hemos vivido cualquier avance para los derechos de la mujer como nuestro. Pero, además, estos avances nos han ayudado a defender mejor nuestra problemática específica porque han venido acompañados de un entorno favorable. Tradicionalmente, hemos tenido el apoyo del movimiento feminista, y muchas de nosotras formamos parte de este. 

Eso sí, los derechos de la mujer en genérico siempre han ido algo por delante de los de las lesbianas. Esperemos que esto cambie y que vayan a la par, pero aquí tienes dos ejemplos claros:

  1. Igualdad de sexos y derecho al voto

La igualdad entre sexos siempre ha ido de la mano de la despenalización de las relaciones lésbicas en España. Esto pasó en 1931 con la aprobación de la Constitución de la Segunda República, que eliminó la persecución legal implantada en el Código Penal de 1928. Pero, también, con la aprobación de la Constitución de 1978, porque solo tres días antes de promulgarla se reformó la Ley de Peligrosidad para eliminar la persecución al colectivo LGTBIQ+. 

Dicho de otra manera, cuando se ha reconocido la igualdad entre hombre y mujer, a nosotras nos ha ido mejor. Ojo, no significa que hayamos obtenido todos los derechos que nos corresponden, pero hemos ido a mejor. 

  1. Matrimonio igualitario

El matrimonio igualitario ha tardado bastante más, cierto, pero nunca se da en un contexto en el que no exista el reconocimiento previo de la igualdad entre sexos. En España, este reconocimiento se hizo efectivo en 2005, con una simple modificación del Código Civil. Obviamente, existía un trabajo previo de visibilización, más en varones gays, cierto, pero que también contribuyó al conjunto del colectivo. 

Paralelamente, esta fue también una época de reconocimiento de derechos para la mujer, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La aprobación de las leyes de Violencia de Género o la búsqueda de la paridad en listas electorales y en cargos públicos de primer nivel ayudaron, y mucho, a hacer posible esta conquista. 

Y, por una vez, voy a decir algo bueno de nuestro país: tenemos mucho camino por recorrer, pero fuimos el cuarto país del mundo, solo por detrás de los Países Bajos, Bélgica y Canadá (por días) en reconocer el matrimonio igualitario. Aunque la homofobia y la lesbofobia siguen existiendo, sí fuimos pioneras.

Como puedes ver, el lesbianismo es, también, lucha por los derechos de la mujer. ¿Cuál ha sido tu experiencia personal? Te leo en los comentarios.