El lesbianismo empezó a aparecer, poco a poco, a finales del siglo XIX y principios del XX. La escritora inglesa Virginia Woolf fue pionera en eso, tanto en su obra literaria como en su vida privada, porque no estaba en el armario. ¿Quieres conocer algo más? Sigue leyendo…

La sexualidad de Virgina Woolf, entre el lesbianismo y la bisexualidad

Aunque la obra de Virginia Woolf es de las más importantes de la primera mitad del siglo XX por su enfoque modernista y por las vanguardias, aquí nos centraremos en cómo vivía su sexualidad. La autora de grandes obras como “Una habitación propia”, “La señora Dalloway”, “Orlando”, “Al Faro” y “Las Olas” vivió el final de la era Victoriana y el inicio del siglo XX en Reino Unido.

Woolf, además de escritora, defendió activamente los derechos de la mujer. Y su vertiente feminista no se puede disociar, de ninguna de las maneras, de su defensa de una sexualidad libre. Estuvo casada con un hombre (Leonard), sí, pero a lo largo de su vida tuvo varias relaciones lésbicas. Es más, alguna de sus amantes, como Vita Sackville-West se vieron reflejados en su obra “Orlando”, de 1928 que, además, hablaba de la condición del género. Ese viaje de varios siglos sirvió para mostrar las diferencias entre hombre y mujer y las transiciones. 

Ante ello, hemos de aclarar que la bisexualidad de Virginia Woolf está más que contrastada. No hablamos solo de amor romántico, también lo hacemos de atracción, sensualidad y sexualidad. En el Círculo de Bloomsbury, al que ella pertenecía, vivir con libertad la sexualidad se veía con buenos ojos. 

Hay que señalar, no obstante, que Virgina Woolf, técnicamente, sería bisexual. No en vano, hay referencias escritas a Vita Sackville-West, pero también hacia su marido, y también hablando de la pasión. 

Revolución en la sexualidad y amor

¿Virgina Woolf en un mundo libre como el actual habría sido lesbiana? Realmente, no lo podemos saber. Lo que sí sabemos es que su relación con Vita Sackville-West duró varios años y trascendió la amistad. Vita Sackville-West también estaba casada y sus descendientes confirmaron que el personaje de “Orlando” estaba inspirado en ella.

Woolf vivió tiempos complicados en los que tampoco podía traspasar determinados códigos. No obstante, y con esas limitaciones, sí fue un paso más allá de la sociedad de su tiempo. A eso hay que añadir que ella tenía unas circunstancias emocionales complicadas, que llevaron a su suicidio en 1941. Por lo tanto, rompió varias barreras a través de su obra y de sus actos. 

El feminismo actual y el movimiento LGTBIQ+ han aprendido mucho de su experiencia. Y, hoy en día, sus obras se siguen estudiando, no solo por su valor literario, sino por lo que aportan a la hora de defender la libertad y emancipación de la mujer. Esta también es nuestra lucha porque es una más de las interseccionalidades que afrontamos. 

Virginia Woolf, pues, es un ejemplo de cómo una persona puede marcar la diferencia desde la literatura. ¿Qué otros ejemplos conoces de escritoras LGTBIQ+ que hayan dado la cara por el colectivo? Dímelo en los comentarios, te leo ;).