La Navidad con el cuñado carca es, a veces, inevitable. Y cuando hablo del cuñado, también lo hago del «cuñao», que a veces se superpone. De hecho, aunque todas lo sabíamos, la ciencia está demostrando su influencia negativa, en muchas ocasiones. Bromas aparte, te cuento que hay manera de neutralizarlos. 

Navidad con el cuñado carca: cómo evitamos que nos indigeste el turrón

Para empezar, lo que sí que te he de decir es que, en ningún caso, os escondáis por un cuñado; ya ha pasado la fase en que las mujeres teníamos que proteger nuestra orientación sexual. Esa ya sería una red flag de libro y justificaría que no compartieras espacios con él. Pero, a veces, en la balanza compensa porque hay otras cosas que la decantan. Estas son unas estrategias para que no se te indigeste el turrón si el hombre sigue con una filosofía Cromañón:

1. Respóndele con un «no es el momento» si habla de sexualidad

Las actualidades lesbófobas pueden ser explícitas o implícitas, y esto pasa, también, con la sexualidad. En este ámbito, si empieza a hacer chistes machistas o, simplemente, a tirar de algunos de los tópicos que detestamos, corta el rollo de forma diplomática. La primera vez puede ser con una sonrisa y, simplemente, respondiendo «no es el momento»; si esto pasa una segunda vez, hazlo más seria. 

2. Utiliza la ironía graciosa si habla de política

La ironía graciosa es otra de las formas de evitar que el cuñado te amargue la vida. ¿El motivo? Que igual te sale con alguna tontería sobre política o resulta que es de Vox y suelta mentiras. Bien, si va por ahí, utiliza la ironía o alguna analogía, pero tampoco le des más carrete de la cuenta. Si es «cuñao» y su nivel cultural no es excesivamente alto, incluso lo puedes trolear algo (con cariño). 

3. Si dice bulos, intenta no polemizar

Los bulos sobre cualquier tema son el pan de cada día. Y eso molesta bastante, sobre todo cuando sabemos que es un bulo. La solución es intentar no polemizar, siempre que no sea sobre algo que te afecte directamente. Además, hay cuñados y cuñados: con algunos, incluso te puedes reír si la tontería es grande, pero inocua. Al final, perder el tiempo y enfadarse, si no es algo excesivo, no vale la pena. 

4. Para un momento si te lo pide el cuerpo

Si tu nivel de saturación ha llegado a tal punto que estás con ganas de mandarlo a la m… es el momento de parar. Decir que te vas al baño, a la cocina o a fumar (si eres fumadora) sirve para cortar esa energía y no amargarte la fiesta ni amargar a los demás. Eso sí, tómate el tiempo que necesites y piénsate bien si te compensa otra reunión con el cuñado. Es sumamente importante respetarte y retirarte, en un determinado momento, es conveniente. 

La Navidad con el cuñado carca es complicada a veces, aunque puedes gestionarla correctamente y evitando problemas. ¿Cuál ha sido tu experiencia con el cuñado-«cuñao» Cromañón? ¿Lo has podido soportar? Me encantará leerte en los comentarios.