El protocolo contra el acoso LGTBIQ+ es obligatorio y, para 2026, incluye una serie de cuestiones específicas para garantizar la igualdad y la no discriminación. Te cuento cuáles son. 

Qué se debe saber sobre el protocolo contra el acoso LGTBIQ+ en 2026

El protocolo contra el acoso LGTBIQ+ se instauró como obligatorio y se desarrolló definitivamente mediante el Real Decreto 1026/2024, de 8 de octubre. Ante esto, existen una serie de medidas que se deben realizar desde la empresa, para que no haya problemas. Son las siguientes: 

Protocolo contra el acoso LGTBIQ+: qué empresas están obligadas

Todas las empresas de más de 50 trabajadoras y trabajadores estarán obligadas a incluir un protocolo contra el acoso LGTBIQ+. Esto no es sustitutivo, y es fundamental, de los protocolos y planes de Igualdad que ya son obligatorios. Se trata, más bien, de reforzar la protección ante actitudes homófobas, lesbófobas o tránsfobas. Como principio general, señala qué medidas de sensibilización hay que implementar, así como las actitudes ante problemas o denuncias. 

Las medidas que se tomarán, y el procedimiento, se tiene que incluir en el marco del diálogo entre empresa y sindicatos. Es decir, el protocolo, aprobado internamente, debe incluir todos los pasos que se darán para garantizar la igualdad de sexos y el respeto a la diversidad.

¿Qué conductas se pueden denunciar?

Se puede denunciar cualquier actitud sexista o discriminatoria por razón de orientación sexual. En este caso, desde comentarios inapropiados a insultos o actitudes claramente discriminatorias, como que te hagan el vacío por tu condición. La idea, precisamente, es evitar que estos estereotipos patriarcales se reproduzcan en el ámbito laboral. Las casuísticas son muy variadas, pero no por ello dejan de estar ahí. De manera que te animamos a que denuncies si te sientes abiertamente discriminadas.

Cómo se realizan las denuncias

Las denuncias se pueden realizar de forma anónima por un canal que la empresa deberá tener dispuesto para ese objeto. La compañía tiene la obligación de gestionar con discreción la denuncia, darse por enterada y darle curso. Esto es fundamental, porque la idea de los protocolos es evitar la revictimización de la víctima.

¿Quién instruye las denuncias?

La persona instructora tiene que estar previamente designada. Cuando se establezca el protocolo de la empresa, ya se tiene que designar a la persona que gestionará las denuncias, en caso de que las haya. Además, si esta persona deja el puesto en la empresa, se tiene que reemplazar cuanto antes. Al final, la idea es que haya una referencia clara por si se generan situaciones susceptibles de denunciar. 

¿Existen consecuencias penales?

Pueden existir. Es muy importante señalar que la propuesta de resolución y las medidas internas que tome la empresa no excluyen la vía penal. La persona agraviada puede, si lo considera oportuno, denunciar por la vía penal al o la acosadora. No obstante, esto sí sirve para que la empresa pueda evitar responsabilidades penales si demuestra su diligencia en la instrucción y resolución del caso. 

El protocolo contra el acoso lgtbiq+ es una obligación legal, pero, sobre todo, una garantía para que trabajemos en igualdad. Nos afecta a todas, así que es importante que sepas que existe este instrumento en tu empresa.