Una ruptura de pareja genera mucho sufrimiento. Pocas cosas duelen más que el que te rompan el corazón. Quien han pasado por ello estarán de acuerdo. Marca una antes y un después en nuestras vidas. Da lo mismo que seas la persona que deja o la que es dejada. Los motivos de una ruptura pueden ser muy diversos. Una traición, incompatibilidad de caracteres, problemas varios o cambio en los sentimientos pueden ser algunas de las causas, aunque la mayoría de las veces es un cúmulo de varias. Sea como sea, se trata de un duelo para el que nunca estamos preparados y que hay que superar.

Puede durar más o menos, pero si tenemos unas buenas herramientas emocionales y recursos psicológicos para establecer una estrategia de superación, podremos recuperarnos mejor y más rápidamente. Estas son algunas recomendaciones que debes seguir.

Cambia tu pensamiento

Después de una ruptura es muy frecuente tener pensamientos obsesivos que nos llevan a preguntarnos continuamente, por qué ha ocurrido así, qué hemos hecho mal, o quien nos va a querer ahora. Entramos en un bucle de sufrimiento que, lejos de ayudarnos a comprender, nos hunde más en la tristeza y el rencor. Este tipo de pensamiento nos mantiene fijas en el rol de víctima y nos impide tomar las riendas de nuestra vida. La mentalidad adecuada para comenzar un duelo sano es la que nos hacer sacar nuestro lado más resiliente. Sin buscar culpables, podemos aprender de esta experiencia, madurar como personas y dar por zanjada una etapa para comenzar otra.

Relaciónate

Es verdad que al principio es muy difícil. Queremos llorar en soledad, poner canciones tristes, hurgar en la herida y dejarnos caer en el abismo. Esta bien pasar un tiempo de aislamiento para este desahogo emocional, pero ponte un plazo de unos días. Y después oblígate a hacer planes con gente.  Quedar con amigos y familia es una terapia muy curativa y además nos ayudará a desprendernos de esos pensamientos obsesivos que comentábamos antes.

No te pares

Durante los primeros días de una ruptura lo que más apetece es tirarse en la cama y vegetar, ver pelis repetidas y comer helado. Sin embargo es importante que no detengas tu rutina.  Probablemente no vayas a ser igual de productiva o estés despistada por unos días pero no importa, se indulgente contigo misma. Lo no debes hacer es estar inactiva y así impedirás que los pensamientos negativos vuelvan a tu cabeza.

Valora el estar sola

Nadie necesita tener pareja para sentirse plena y feliz. No se puede iniciar una relación de pareja para llenar un vacío interior. Además de ser un amor tóxico, es probable que la relación fracase al poco tiempo. La vida es mucho más que tener pareja y se compone de otras cosas igual o más importantes. La familia, la salud, las aficiones, el trabajo, los amigos… todos estos son aspectos que nos pueden hacer sentir felices y completas. Si sabemos valorarlos, claro está, en vez de centrarnos en aquello que no tenemos.

Si estás pasando por una ruptura de pareja, ten mucha paciencia pero confía en que pronto renacerás de tus cenizas, más fuerte y renovada. Celebra cada pequeño logro en este difícil camino del duelo, rodéate de gente positiva y quiérete a ti misma.