Estamos en el mes del Orgullo aunque este año no vamos a poder salir a las calles, algo que va a relajar a ciertos partidos políticos y a muchos ciudadanos homófobos que no entienden porqué es necesario seguir celebrando ese día.
Muchos heteros privilegiados que viven en su burbuja mirándose al ombligo afirman que hoy día no hay homofobia ni LGTBIfobia, al igual que ocurre con el feminismo, y piensan que ya está todo conseguido y que ya hay igualdad. Incluso es frecuente escuchar a personas molestas por el hecho de una persona LGTBI se identifique como tal en una sociedad en la que la heterosexualidad se da por sentado. ‘Yo no voy diciendo por ahí que soy hetero’ o, ‘¿y para cuándo un día del ‘Orgullo Hetero?’, y otras perlas similares.
¿Por qué no es necesario el ‘Orgullo hetero’?
Puede que no sean conscientes de la realidad que viven las personas LGTB porque simplemente no lo han vivido, y en este caso lo correcto es escuchar y dejar que los colectivos oprimidos se expresen, denuncien y reclamen. Si has tenido que aguantar la típica frase de ‘¿por qué no hay un día del orgullo hetero?’ y te has quedado en blanco, aquí te dejamos un decálogo de motivos que podrás enumerar para callarle la boca a esas personas.
- No existe ningún país o nación donde la heterosexualidad sea ilegal y esté condenada con penas de cárcel o de muerte.
- No existen países donde las parejas heterosexuales no puedan casarse legalmente.
- Las parejas heterosexuales pueden pasear por la calle y darse muestras de afecto sin ser increpadas, insultadas o agredidas.
- Los jóvenes heterosexuales no son rechazados por sus familias o expulsados de sus propias casas por su orientación sexual.
- Ninguna persona dice cosas como ‘preferiría tener un hijo enfermo antes que heterosexual’.
- Tampoco es necesario un día del orgullo hetero porque la heterosexualidad no se encuentra en los primeros puestos de delitos de odio.
- Nadie se queja por tener que compartir espacio con un hetero en los vestuarios.
- No existen programas de terapias para ‘curarse’ de la heterosexualidad.
- No se realizan campañas para exigir la retirada de presencia heterosexual en medios de comunicación como anuncios.
- Tampoco se suele pensar en la heterosexualidad como una enfermedad, un defecto o una anomalía.
Aún quedan batallas por superar
Por otra parte, existen distintos niveles de discriminación dentro del colectivo LGTB. La lesbofobia por ejemplo hace que las lesbianas sean invisibles con respecto a los hombres gay (¿machismo dentro del movimiento?). La transfobia hace que muchas mujeres vivan situaciones verdaderamente dramáticas, incluyendo muertes por suicidio o asesinato. El racismo deja de lado a muchas mujeres en la lucha feminista y la bifobia hace que estas personas tengan la mayor tasa de depresión y ansiedad de toda la comunidad.
A esto hay que añadirle los problemas del día a día que deben soportar las personas LGTBI a mayor o menor nivel. Comentarios ofensivos, invisibilización, negación o miedo, son lo habitual y no la excepción. Y mientras esto siga ocurriendo habrá que seguir reivindicando. Por eso sí hace falta seguir celebrando el Orgullo LGTBI y no hace falta un día del orgullo hetero.
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