Las relaciones intergeneracionales de pareja siempre implican una dificultad extra, y, cuando se trata de lesbianas, puede ser más pronunciada. Te cuento cuáles son los principales puntos que debes tener presentes para alcanzar el éxito. 

Relaciones intergeneracionales entre lesbianas, ventajas y desventajas

Cuando hablamos de las relaciones intergeneracionales de pareja, hay puntos a favor y en contra. Pero hay dos condiciones «sine qua non» que se tienen que cumplir, con independencia de otras dificultades: que la mujer más joven sea mayor de edad y que ambas personas tengan la suficiente madurez emocional (no siempre asociada a la edad). Solo si se cumplen estas premisas, podemos hablar de pros y contras en el amor intergeneracional

Relaciones intergeneracionales: principales ventajas

La principal ventaja de una relación de pareja intergeneracional en lesbianas es que una parte ya ha asimilado el proceso y, probablemente, ha pasado por situaciones difíciles. Esto genera una mayor empatía hacia la otra persona y ayuda a que esta progrese. Si se enfoca correctamente, esta es una oportunidad de crecimiento personal y para evitar hábitos tóxicos.

Otra ventaja asociada, y no menor, es que, en la sexualidad, la persona más madura tiene un mayor conocimiento. Y esto, bien enfocado, es una fuente de placer y disfrute mutuo en esta área. No en vano, y este es un proceso biológico, a medida que se queman etapas vitales desaparecen las inhibiciones.

Finalmente, existe un pro condicionado, pero que puede repercutir positivamente. En estas relaciones de pareja, si no se dan por supuestas determinadas situaciones, el diálogo será mayor. Y ese diálogo, que parte de no asumir apriorismos, ayudará a que la relación de pareja sea más estable. Esto no tiene por qué ser menos romántico.

Las desventajas de este tipo de relaciones de pareja

Evidentemente, hay otra cara de la moneda en este tipo de relaciones de pareja. Entendamos que hay matices y que no es lo mismo una diferencia de 10 años que una de 20 o 30. Ahora bien, siempre se corre el peligro de que la parte más longeva entre en una relación maternal con la otra, con las consecuencias que ello conlleva. Y que, al final, no hablemos de una pareja, sino de una «madre». 

Y hay otro problema añadido: los gustos o aficiones comunes. Las lesbianas somos menos, así que es más fácil que nos quedemos pilladas por la pasión y las mariposas en el estómago. Pero, ¿qué sucede si después no nos gustan las mismas cosas o no tenemos una compatibilidad de intereses? Esto puede suceder en todas las generaciones, sí, pero cuando hay una diferencia de edad, es más probable. 

Asimismo, hay otro inconveniente vital, y son las ganas de hacer cosas. Obviamente, cada persona es un mundo, pero, por lo general, son distintos los biorritmos a los 30 que a los 50 años. Y esto se tiene que tener muy claro para que no haya expectativas irreales en las relaciones. 

Las relaciones intergeneracionales de parejas entre lesbianas pueden ser muy gratificantes, pero siempre que sepas dónde te metes. ¿Has tenido experiencia en este tipo de relaciones? ¿Crees que son viables? Déjame tu opinión en comentarios y te leo.