Me dirijo a ti, mujer hetero, que quizás todavía no has conocido a ninguna de nosotras (raro) o nunca has tenido amigas lesbianas. Como quiero que nos llevemos bien y que no haya malos entendidos, aprovecho para decirte 5 cosas que no debes hacer ni decir para que nos sintamos cómodas.

1. Cuestionar nuestra sexualidad

Lo primero, y que ya nos cansa recordar, es que lo nuestro no es una «moda», una «fase» ni producto de la «confusión». Todos estos comentarios ponen coto a nuestra condición. Y no nos gusta nada tener que dar explicaciones si decimos que somos lesbianas. ¿Acaso te pedimos que tú nos des explicaciones si eres heterosexual? Por lo tanto, esta es una parte que hay que tener claro. 

2. Caer en estereotipos fáciles

Esta es otra, que la solemos escuchar en hombres cromañones, pero que alguna mujer sigue repitiendo. Sí hay estilos y estereotipos, pero ya te decimos por experiencia que el gayradar falla mucho, muchísimo. No te pienses que, de primeras, vas a saber si una mujer es lesbiana o no, porque depende del caso. Y, por supuesto, las preguntas de ¿quién es es el hombre en la relación? sobran. No necesitamos hombres y estamos muy bien como estamos.  Por desgracia, es más habitual de lo que parece. 

3. Compararnos

Las comparaciones no vienen a cuento por una razón: es suponer que las lesbianas tenemos alguna característica «especial» y es algo que bordea lo místico o lo discriminatorio. Créeme, salvo por el hecho de que nos gustan otras mujeres, somos exactamente iguales que las demás. Y encontrarás buena y mala gente, como la hay con otra orientación sexual. Si asumes que lo nuestro es algo natural y no nos comparas, ganarás puntos con nosotras. Al final, piensa que el número de mujeres que pertenecen al colectivo LGTBIQ+ es cada vez mayor, así que no tiene mucho sentido. 

4. Generar situaciones sociales incómodas

Muchas veces, por falta de conocimiento, se generan situaciones sociales incómodas. Y aquí es donde empiezan los problemas. Supongamos que estamos en una reunión social: no hace falta callar que somos lesbianas o tenemos pareja para no incomodar a otras personas. Normalizar es lo más importante para que no haya problemas y esto se hace, simplemente, hablando como si fuéramos heteros (no hay nada distinto). 

5. Mujer hetero, no nos juzgues por nuestra condición

Esta es la parte final. Juzgarnos por lo que somos, no por si nos gustan otras mujeres o no. Cuando te pongas las gafas, que estas no estén deformadas, sino que sean las de siempre. No queremos que se nos vea de otra forma, sino, simplemente, que se nos reconozca por lo que somos. No es tan difícil entender que ser lesbiana no es nada especial, simplemente es una orientación sexual diferente. 

Si eres mujer hetero y quieres llevarte bien con nosotras, con estos cinco tips, lo harás mucho más fácilmente. Y si tienes una amiga lesbiana, seguramente tendrás una persona leal. Te animamos a que, si no has conocido más, rompas con tus prejuicios. Ganarás con el cambio, seguro.