Sé perfectamente que no descubro la pólvora cuando digo que nosotras lo tenemos más difícil, pero las interseccionalidades en las lesbianas, cuando añaden otros elementos, hacen más difícil, si cabe, vivir nuestra existencia. ¿Por qué no le damos una vuelta a las principales problemáticas que existen?
Las interseccionalidades en las lesbianas
Ser lesbiana introduce ya dos interseccionalidades, la de género y la de orientación sexual. No pertenecemos al género tradicionalmente privilegiado y tenemos una orientación sexual no heteronormativa. Esto genera problemas de inserción social y tenemos una problemática más marcada, incluso en comparación a los varones gays.
¿La cosa puede ser más complicada? Pues la verdad es que sí. Aunque las interseccionalidades no determinan y dependerán, sobre todo, del entorno, pueden dificultar más la existencia. Una mujer lesbiana puede tener una o más interseccionalidades, además de las dos que hemos comentado. Las más comunes son estas:
Racialización
La racialización es un elemento que genera problemas porque, tradicionalmente, ha estado asociada a la discriminación. Incluso en países con políticas de acción afirmativa, los sesgos policiales a la hora de detener por raza siguen existiendo. Ser negra y lesbiana en España es una dificultad añadida. Es cierto, de todas maneras, que el entorno geográfico y social, incluso dentro de un mismo país, puede ser más o menos tolerante. No es lo mismo vivir en Chueca que hacerlo en Vallecas, por ejemplo.
Migrante
Una persona migrante tiene otra interseccionalidad, aunque aquí también hemos de introducir un matiz. ¿Por qué? Porque una migrante con documentación tiene, a priori, una situación más segura que aquella que no la tiene, que vive en precariedad. Por lo tanto, aunque es una circunstancia que dificulta, tiene varios grados de complejidad. En cualquier caso, la sensación de desarraigo, incluso teniendo la nacionalidad española, puede permanecer durante años, y eso no ayuda.
Clase social
Quizás esta sea una de las interseccionalidades más importantes en cualquier sociedad. Al fin y al cabo, para poder ser, es necesario tener unos ciertos recursos. Lo que sucede es que, cuando se carece de esos recursos económicos, es mucho más difícil vivir en libertad. Por no decir que, en sociedades donde los derechos LGTBIQ+ se persiguen o hay menos tolerancia, ser pobre dificulta, más si cabe, la situación. También hay que señalar que esta es una de las circunstancias que más pueden cambiar a lo largo de la vida, dentro de unos límites, en sociedades desarrolladas.
Discapacidades
La diversidad funcional es otra de las interseccionalidades que, aunque son transversales, no se puede obviar. Tener problemas de movilidad, de visión o cognitivos introduce un nuevo elemento. Y las personas con discapacidades tienen, muchas veces, que trabajar especialmente la autoestima. De manera que ser mujer, lesbiana y con una discapacidad importante obliga a hacer esfuerzos especiales.
¿Cómo trabajar las interseccionalidades en lesbianas? Básicamente, teniéndolas presentes y viendo que estas pueden impedir que una persona viva plenamente lo que es. Y, para remover obstáculos, es necesario identificarlas correctamente y dar una respuesta, no solo desde el colectivo, sino también desde las administraciones. ¿Tú has vivido alguna de estas situaciones? ¡Cuéntame tu experiencia!
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