Si habéis decidido ser madres en pareja y sois lesbianas, tenéis que saber que hay una serie de cuestiones que conviene tener claras. La sociedad es cada vez más tolerante, ha habido avances en la maternidad lésbica y más facilidades, pero, todavía, hay algunos muros que derribar. Aquí te cuento lo que se debe definir antes de decidirse.
Madres en pareja: lo que debéis tener claro antes de empezar
Ser madres en una pareja lesbiana tiene una sola diferencia: una de las progenitoras será quien lo geste. Ahora bien, a efectos legales, y desde el nacimiento, se pueden inscribir las dos madres en el Registro Civil, incluso si no estáis casadas. Ahora bien, es obvio que, para ello, tiene que haber una relación afectiva estable. Por eso, te indico tres puntos que debéis interiorizar antes de decidiros:
1. La maternidad es una responsabilidad para toda la vida
Si estáis en pareja, pensad en que esta decisión no tendrá vuelta atrás. Y que esto va a ser indiferente del vínculo que mantengáis en el futuro, sea o no de convivencia. Digo esto porque, a veces, es bueno estar con una persona con la que te puedas llevar bien, incluso si estáis separadas. Al final, tendréis que priorizar el bienestar de vuestro hijo. No está de más que os lo penséis, porque es una decisión lo suficientemente importante como para meditarla porque es una opción, no una obligación.
2. El hijo es de las dos por igual (con independencia del método)
Existen varios métodos para ser madres: la inseminación artificial, la fecundación in vitro, la doble donación o la Recepción de Óvulos de la Pareja (ROPA). No entraré en el hecho de que, dependiendo del caso, el método puede tener más o menos importancia. La realidad es que el hijo es de las dos y esto se tiene que aplicar a todos los efectos.
La crianza y la responsabilidad tiene que ser conjunta, así como las obligaciones inherentes a las mismas. De esta manera, resultará mucho más sencillo tomar decisiones.
3. Decidid la crianza de forma consensuada
El cuándo, el cómo y las responsabilidades de cada una se tienen que decidir de forma consensuada. Aquí lo lógico es que os compartáis las tareas, de manera que haya una corresponsabilidad maternal. Ahora bien, lo realmente importante es que las dos estéis de acuerdo en iniciar este viaje. De esta manera, no habrá arrepentimientos más tarde. A veces una de las personas puede tener más trabajo u obligaciones, pero conviene consensuar al máximo.
4. Pedid apoyo si lo necesitáis
Por desgracia, el modelo de familia heteronormativo, aunque sea monomarental, sigue siendo el más habitual. De ahí que a veces os encontréis con problemas. En este caso, os recomiendo que os unáis a grupos y redes de apoyo que pueden daros respuesta. Hay varias asociaciones y colectivos LGTBIQ+ que están especializados en esta problemática. Así, los primeros pasos os resultarán menos complicados porque, incluso, os pueden ofrecer asesoramiento legal.
Ser madres en pareja es un desafío, pero, como en todo, plantear esta situación desde el amor es la clave. ¿Eres madre lesbiana? ¿Te ha costado más la crianza? ¡Cuéntame tu experiencia!
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