Seguro que alguna vez te ha pasado. Conoces a alguien, conectáis al instante y piensas: “Madre mía, esta persona lo tiene todo.” Pero, espera un momento… ¿Por qué tiene todo lo que tú tienes? Es como mirarte en un espejo, pero con otro peinado y quizás un piercing más guay. De repente, empiezas a plantearte si estás pillada de verdad por esa persona o solo te flipa porque es una versión de ti misma. Pero tranquila, no eres la única.

El síndrome de la versión de ti misma

Es como si nuestro cerebro nos troleara un poco. Lo familiar nos atrae, y ¿qué hay más familiar que nuestras propias manías y gustos? Esa chica que también tiene una chaqueta de cuero como la tuya, que escucha a Melissa o a KD Lang en bucle y que tiene una colección ridícula de plantas (todas medio muertas, pero se intentó). Claro, te mola, pero… ¿no será que te has topado con tu clon?

¿Por qué pasa esto?

Es fácil caer en este lío. Nos sentimos cómodas con alguien que comparte nuestras movidas, ya sea nuestro estilo de vida, humor o incluso traumas. Pero ojo, que igual no es amor, sino pura comodidad. Que esté genial reírte a carcajadas porque ambas odiáis las croquetas de setas, no significa que debáis casaros mañana.

El peligro de salir contigo misma

Vamos a ser sinceras: salir con alguien que es como tú puede ser un poco peligroso. Por un lado, todo fluye genial, pero por otro… ¿dónde está el equilibrio? Si las dos sois igual de cabezotas, igual de intensas o igual de desastres con las emociones, puede ser un cóctel explosivo. Al final, puede que lo que más te gustaba de esa persona (porque era como tú) acabe siendo lo que más te saque de quicio. Vamos, seguro. 

Cómo distinguir entre atracción y puro ego

Para evitar caer en el bucle, aquí van unas preguntas clave:

  • ¿Te mola de verdad o te mola la idea de que comparta todo contigo?
  • ¿Podrías aprender algo nuevo de ella o solo confirmas lo que ya sabes?
  • Si fuese diferente a ti, ¿aún te gustaría?

Si respondes “sí” a todo lo último, entonces puede que haya algo real. Si no, puede que estés idealizando un poco la historia.

Sal de tu zona de confort

A veces lo mejor es buscar a alguien que sea diferente. No tiene que ser un polo opuesto, pero sí alguien que te rete, que te saque de tus casillas (en el buen sentido) y que te haga crecer. ¿Qué gracia tiene si las dos sois el mismo disco rayado?

Está bien conectar con alguien que te entienda y comparta cosas contigo, pero recuerda: lo que necesitas en una pareja no siempre es un espejo. A veces, lo que más te complementa es lo que más te sorprende. Así que abre tu mente, sal de tu burbuja y, sobre todo, no tengas miedo de probar cosas nuevas. ¡Que el amor no tiene que ser tan predecible!