La copa menstrual se está imponiendo como el método más higiénico y sostenible para los días en que tenemos el período. Tanto ginecólogos como usuarias confirman las innumerables ventajas derivados de su uso.

Qué es la copa menstrual

Aunque parezca un invento reciente, en realidad, la copa ya se usaba en los años treinta. Recientemente se ha difundido su uso y se han demostrado sus numerosas ventajas. No sólo ahorrarás dinero, sino que también su uso te previene de enfermedades, por no señalar que contribuyes a la conservación del medio ambiente.

La copa menstrual está hecha de silicona médica, por lo que se adapta perfectamente al interior de la vagina. Su colocación es sencilla, pues sólo hay que doblarla y colocarla igual que harías con un tampón. Este material, además, no irrita las paredes vaginales ni se adhiere a ellas, tampoco produce reacciones inmunológicas.

Su uso es fácil, cómodo e higiénico. Para lavarla, se saca con cuidado y se limpia con abundante agua. Para cuando termines la regla, y para una mayor limpieza, puedes colocarla durante tres minutos en agua hirviendo. También puedes colocarla en un recipiente con agua, que traen algunas copas, para ser usado en el microondas.

Ventajas de la copa menstrual

Una de las principales ventajas de la copa es que gracias a su material no produce reacciones alérgicas. Su uso impide que crezcan bacterias, por lo que es perfecto para la salud íntima de la mujer. Además, es un material reutilizable muchas veces, no contamina y es fácil de lavar. La copa menstrual, además, te protege del síndrome de schock séptico estafilocócico. Este síndrome, aunque no es habitual, puede producirse por el uso prolongado de tampones.

Otra de las ventajas frente a los tampones, es que puedes vaciarla cada cinco u ocho horas, frente a las tres o cuatro horas de los primeros. Esto es perfecto si realizas actividades prolongadas fuera de casa. Tanto para ir a trabajar, a hacer deporte, o cualquier otra actividad, la copa recoge la regla por más tiempo.

La tercera ventaja es que ahorrarás dinero. Las copas menstruales duran mucho, así que una vez comprada una, la podrás usar durante mucho tiempo. Los tampones y compresas en cambio requieren de una inversión mensual fija.

La copa la puede usar cualquier mujer durante la menstruación, no ocurre lo mismo con los tampones. Eso sí, a la hora de elegirla, hay varias tallas, normalmente relacionadas con la edad. Para mujeres jóvenes menores de dieciocho años el tamaño pequeño es el recomendado. Si tienes entre dieciocho y treinta y cinco, el mediano, y para mujeres de más de 35 años, el tamaño grande. Obviamente, cada mujer es distinta, por lo que debes probar y ver cuál es la copa que mejor se ajusta a ti.

Por último, la copa menstrual es respetuosa con el medio ambiente. No ocurre lo mismo con compresas y tampones, cuya degradación tarda muchos años. Como ves, todo son ventajas, así que si te animas a usar la copa, podrás descubrir de primera mano todo lo que te puede aportar.