Un nuevo peligro de que las niñas quieran convertirse en lesbiana acecha a la humanidad. Esto es al menos lo que asegura una ministra brasileña con respecto a la película Frozen. La preocupada ministra alerta de este fenómeno a las masas.

Por qué Frozen puede convertir en lesbianas a las niñas

Según Damares Alves, ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, nada más y nada menos, Frozen es un auténtico peligro. Las niñas acabarán prefiriendo esperar a una princesa en vez de a un príncipe, esto al parecer, es lo que provoca esta película de Disney.

Estas afirmaciones de Alves, que está en su cago para proteger los Derechos Humanos, han levantado la polémica. Si la ministra que es la encargada de defender estos derechos fundamentales, afirma tales cosas, debe ser que considera que las lesbianas no son humanas. Defender por tanto sus derechos, no entra en sus planes, más bien al contrario, las demoniza.

De hecho, la ministra es ya famosa por decir que los niños visten de azul y las niñas de rosa en la nueva era de Brasil. Por otro lado, asegura que el hecho de que Elsa acabe sola en su castillo, es un claro síntoma de su lesbianismo. Alertada por este peligro para la humanidad, Alves considera que la identidad de género de las niñas puede verse gravemente afectada.

No contenta con ello, llega a aventurarse diciendo que es cuestión de tiempo que Elsa acabe liándose con la Bella Durmiente. ¿No será que la ministra está hablando de sus propias fantasías sexuales?, o quizás es simplemente que tiene mucha imaginación. No obstante, es una buena idea para un guion lésbico al más puro estilo Disney.

Eso sí, la buena señora afirma que no es homófoba, simplemente que no está a favor de defender la nueva ideología de género. Menos mal querida Damares, ya íbamos a pensar que odiabas a las lesbianas.

La identidad de género versus Damares Alves

No vamos a entrar a considerar a qué edad se establece de forma clara la identidad de género. Tampoco vamos a darle lecciones a la ministra sobre este asunto, y cómo se está tratando en países más democráticos. Por supuesto, no le diremos a la ministra que una no decide convertirse en lesbiana, por lo que las niñas del mundo están a salvo. Lo que sí le diremos a Damares Alves, es que reflexione profundamente sobre su miedo al lesbianismo.

También le aconsejamos, que vaya haciendo acopio de tranquimazines y otros remedios para cuando se estrene Frozen II, no vaya a ser que Elsa realmente pueda convertirse en lesbiana. Quizás esta pastora evangélica y anti-feminista, que también se opone al aborto, debería replantearse el siglo en el que vive.

Por si fuera poco, y no contenta con su discurso de odio, su currículum presenta también controversias. Ella se presenta como abogada y maestra, pero resulta que no tiene títulos académicos reconocidos para tales profesiones. Cuando se le pregunta por ello, Alves, ni corta ni perezosa, afirma que sus títulos son bíblicos.

Creemos que sobran los comentarios, por lo que simplemente, le vamos a desear mucha suerte a Damares para que la Biblia la proteja de convertirse en lesbiana.